El albergue transitorio Torreon que brindaba servicios a las parejas hace más de treinta años cerró definitivamente sus puertas esta semana.
“El Telo”, como se lo llama comúnmente permaneció cerrado igual que todos los dedicados al rubro de las parejas desde principios de marzo. Algunos de los hoteles alojamientos fueron readaptados por sus propietarios y se utilizan como lugares de descanso para médicos y enfermeras. El resto, dada su imposibilidad de cambiar de rubro ya que toda la actividad que presta es “personal” permanecen con las puertas cerradas.
Desde la Cámara de Hoteles Alojamiento aseguran que al menos el 30 % de los “telos” no volverán a abrir sus habitaciones a sus clientes y desde principios de mayo presentaron un protocolo para su reapertura. Sostienen que la actividad se puede desarrollar en tiempo de cuarentena. “Las parejas se encuentran en departamentos de alquiler. Algunos alquilan habitaciones por hora a las parejas, el sexo no se detiene por la pandemia. Estos lugares no cumplen con ninguna medida de higiene”.

Por otra parte piden al gobierno una ley de emergencia económica para no acabar cerrando todos definitivamente. Sostienen que los gastos de mantención edilicia más los sueldos están haciendo imposible su subsistencia, además de esta actividad que tildan de desleal en departamentos y casas particulares.