El video de cuando Lorena atacó las oficinas del Registro Civil de González Catán, La Matanza, se volvió viral. Horas más tarde, la mujer brindó su explicación.
Lorena necesitaba el certificado de supervivencia de su madre para que pudiera cobrar su jubilación, que es su única entrada de dinero. La mujer esperó tres días a que la atendieran en una sede del Registro Civil en González Catán, provincia de Buenos Aires, y cuando le negaron el trámite, reaccionó destruyendo gran parte del edificio y los muebles del lugar.
Desde fines de febrero la mujer intentó conseguir una respuesta concreta de parte del personal del Registro Civil, pero llegado marzo sólo “encontró trabas burocráticas -como el pedido del pase sanitario- y mala voluntad”, según dijo al medio C5N.
“El pase sanitario al final no era necesario, pero ella quería ‘verduguearme’. Me ‘verduguearon’ desde que yo he ido ahí, y yo voy de la mejor forma. Los trato de hacer bien las cosas, pero no te dejan. Es como un manoseo constante. Y los muchachos que estaban sentados ahí se burlaban deliberadamente”.
“Me decían: ‘vos qué te crees, que vas a hacer lo que vos quieras? No, acá no vas a hacer lo que vos quieras'”, recordó Lorena con el ademán de negación con la mano y chasqueando la lengua.
Lorena tuvo que retirarse y volver otro día, y otro, pero cada vez fue tratada de igual modo, al punto tal de que un empleado golpeó el mostrador frente a ella y detonó así una secuencia que no tardó en hacerse pública.
“Yo sé que rompí una computadora porque me lo dijo ella, pero voló todo”, explicó Lorena sobre las reacciones que obtuvo por su brote. Y aseguró: “Me cansé. Esta gente se burla de uno cuando uno va con su problema”.

Furia en González Catán: Lorena necesitaba el certificado de supervivencia de su madre para que pudiera cobrar su jubilación.
“No te explican, te atacan. Y yo trato de entender lo que te explican, pero te atacan. Yo sé que está mal lo que hice, pero no puedo decir que me arrepiento, perdón. Porque sino no se hubiese enterado nadie, y tampoco pensé que se iban a enterar. No lo hice con esa intención, llevé el celular por si me hacían algo a mí físicamente, porque él (empleado) tuvo esa actitud”, aseguró.
“¿Por lástima me vas a atender? Si yo tengo derecho a hacerle la supervivencia de mi mamá”, protestó Lorena, de 45 años, al explicar que la jubilación de su madre “equilibra” con el ingreso que percibe su marido -que tiene problemas de salud y se hace diálisis día por medio- y así pagan las cuentas de la familia.
En vez, debido a la falta de entendimiento entre Lorena y el personal del Registro Civil de González Catán, partido de La Matanza, la madre de Lorena, que se encuentra en reposo porque tiene fibromalgia y una cardiopatía, no pudo cobrar su jubilación de $ 26.000 en marzo.
Fuente: Vivieloeste